2006/10/14

Reflexión

Del apoliticismo del concepto contemporáneo de anarquía.


La falta de información y de análisis a la anarquía han adecuado dicho concepto a tergiversaciones erróneas que apremian más allá de su orientación ideológica a una fachada conceptual primeriza que poco a poco, dentro del entorno social, se ha ido transformando en intrínseca e inalienable. Suceso que para el movimiento anarquista pueda ser un vaho que tapar en la difusión del mencionado ideal.

El entorno social a que manifiesto mi discordancia con su particular postulado es a este nuevo fenómeno urbano de tribus. Conglomerados juveniles entorno a un interés común, ya sea un hobby o un gusto en particular (musical, tecnológico o de otra índole más bien trivial en términos generalizadores con mayor incidencia social). Dichos cúmulos juveniles han interiorizado términos, entre ellos la anarquía, caracterizándose de ella con posibles asimilaciones conductuales o de directrices, tomándolos por sobre su relevancia y profundización social o también filosófica.

La incidencia contradictoria de dicha situación en los movimientos anárquicos propiamente tales es bipolar, por un lado, la masificación de la simbología representativa de la anarquía, hasta la desviación de sus postulados o caracteres esenciales.
Entre ellos quiero desmitificar el carácter apolítico que le han introducido a la anarquía, por su visión radical y las garantías en que se sitúan, mezclándose también con las desviaciones deshumanizadoras que por un lado mantiene como enemiga y que se le han fusionado, como la comodidad, el consumismo, la comercialización usurera, el egoísmo y la subordinación al capitalismo silencioso.
La anarquía es un carácter político totalmente, político no insinúa la jerarquización, la sumisión, la sobreposición, la división, sin que va orientado a lo propiamente organizacional de la colectividad o del individuo frente a un desarrollo humano. Dicho desarrollo, en términos colectivos, orientado a la perfección de las relaciones humanas intrínsecas entorno a un fin, el de la felicidad, la libertad y la igualdad (en términos anárquicos), como también al fortalecimiento de la sociabilidad de los hombres entorno a la sociedad.
Pero, ¿y la génesis del término política?, sin duda, algo difuso, por consiguiente, confuso en nuestra contemporaneidad, algo que está ahí presente, en nuestros hogares, en nuestra vida diaria, en tus estudios, en tu núcleo social(no especifico que éste sea la familia), etc. Pero que las perturbadas ondas seculares han demacrado y aislado en lo representativo, en la igualdad de derecho(no de hecho), en el poder.
La política es una característica del orden social natural, siempre unidos en una misma vía, la unicidad de lo social y lo político de los hombres por los hombres y que la segregación económica y de poderes a través de la historia separaron transformándole en una dualidad. Por lo tanto, la anarquía y la lucha del movimiento es un enfrentamiento de la unicidad político-social contra la dualidad de la política y lo correspondiente a lo social.
Lo social, en pocas palabras, son las diversas manifestaciones naturales de los hombres entorno a la vida, como dice Colombo, “es el proceso de producción de la sociabilidad” y que involucra según nuestra naturaleza organizativa la política. Ahora, preguntémonos nosotros, ¿por qué y a quienes benefició institucionalizar y legitimizar a través de la violencia y el poder de las palabras la política y lo social como dualidad?

1 Comments:

At 18:19, Anonymous Anónimo said...

pfff muy penca el escrito

 

Publicar un comentario

<< Home